miércoles, 9 de febrero de 2011

Políticamente correcto

Yo, que a mis unidades lingüísticas,
en su mayor medida, por cultas tenía
y fomentaban en mi ese realzar
de un exquisito vocabulario al hablar

 no son más que, para un intelecto infantil,
de incomprensible comprensión,
sintagmas redundantes
de vasta extensión

invertidos en las cumbres notarías
por los más elocuentes notables
en llenar con palabras vacías
un valioso tiempo indispensable

orgullosos de su castellano decadente,
jamás chanelado por el vulgo,
a veces llevado a errores

mientras no lo hagan llanamente;
su idioma llamado a culto,
su idioma llamado a horrores

No hay comentarios:

Publicar un comentario