viernes, 24 de diciembre de 2010

Padre vuestro

Padre vuestro que anhelas el cielo,
damnificado es el hombre en tu nombre
que tiene al infierno por reino,
que teme al infierno tras muerto .

Abstenga se su voluntad de entrar en mi Tierra
así como de ahogar  mi naturaleza en hielo,
y cohibirme de ser lo que soy y mostrar lo que tengo.

Quede se nuestro pan de cada día,
pues está horneado con el trigo que usted sembró:
semillas de odio, guerras, violencia y corrupción,
pobreza, violaciones, otoños y falso amor.

Perdone me si no le creo,
yo lo hago con quien si lo hace,
pero hace dos mil años
que de esta tierra nada bueno nace.

Libra nos del mal
AMEN

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