Acá,
tras el rostro de vos,
en la sombra del viento
que mece lo inexplicable,
que lo arropa en su cuna,
que lo da de mamar:
Cójalo en brazos si llora,
calme al llorón en su regazo,
libe el llanto con un beso
y vuelta a empezar...
Acá,
tan pronto y no,
en la memoria del aliento
que vence lo inexplicable,
que a tientas tienta el camino,
que va a tientas, ciego por vos:
Señale la puerta de entrada
cuidado, no se resbalen,
libe el espanto con un beso
y vuelta a empezar...
Acá,
tras el rostro de vos.
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